y vuelve a la calma, a disfrutar de tu perro en situaciones especiales, a vivir momentos conscientes.

¿Cómo lo hago?

• Empezaremos la sesión invitando a nuestro perro a que nos acompañe en la esterilla. Toma consciencia de tu respiración, de tu cuerpo, del aquí y el ahora, sin expectativas. Dejar fluir.
• Continuaremos con un masaje superficial y relajante. Somos responsables de nuestro cuerpo y el de nuestro perro. Siempre antes de empezar con las sesiones, es recomendable realizar un chequeo a nuestro compi perruno, incluso a nosotros mismos, para conocer la posibilidad de tener algún tipo de lesión y así poder adaptar mejor las sesiones a cada binomio.
• Si nuestro perro está cómodo, de ahí que una de las cosas más importantes de nuestro Doga sea la observación de nuestro compi, pasaremos a realizar asanas (posturas) de Yoga, siempre adaptadas a ellos, respetando su espacio y su tiempo. Si no sabes cómo hacerlas, ¡visita nuestro instagram y verás algunos ejemplos!
• Y terminaremos con relajación. Tumbados en la esterilla, tapados con una mantita, sin perder el contacto con tu perro. Y escuchando música relajante, una pequeña meditación o un cuento.

¿Qué tengo que evitar?

• Comenzar con prisas o pensando en las cosas que tienes que hacer. ¡Éste es vuestro momento!
• No le obligues a acompañarte. A lo mejor se siente cómoda en otro lado de la habitación o a unos pasos de ti. Continúa, y si se acerca, mantén el contacto libre.

¿Sabías que…?

… el Doga tiene múltiples beneficios, siendo uno de los más importantes el de encontrar nuevos momentos de calidad con nuestro perrete?

Unas respiraciones más y… ¡bienvenida/o a tu clase de yoga! No olvides practicar con regularidad y verás los beneficios para ti y tu compi.