«A ver… ¿Puedes repetir eso que estás diciendo? No termino de entenderlo…» Tu perra tiene una gran curiosidad (y un gran interés) en descifrar tu mensaje. Habrás visto esta expresión cuando no termina de entender tus palabras. Toda su atención está contigo, pero no alcanza a entenderte.
Pero no únicamente tiene que ver contigo y con lo que dices. ¿Has visto alguna vez cómo mira la tele o el movimiento de algún pequeño animal que tiene relativamente cerca? La forma de hacerlo puede ser la misma.
Intentando conseguir más comprensión de la situación, al girar la cabeza están cambiando de posición las orejas, por lo que pueden aumentar el canal auditivo dirigiéndolo para oír mejor, y también sus ojos pueden captar nuevos detalles que les den una perspectiva más amplia.
Características físicas
- Su mirada es fija en la persona, animal o situación, trabajando al 100% para desentrañar el misterio.
- Las orejas estarán completamente erguidas y enfocadas en la dirección del sonido.
- Músculos relativamente relajados hasta encontrar respuesta a su curiosidad, donde se relajarán o tensarán según la situación.
- La cabeza girará hacia un lado y hacia el otro, ladeada, mientras continúe la causa de su intriga.
- Boca cerrada, como siempre que la concentración requiere que nada le distraiga de su empeño por enterarse.
Observaciones:
No todos los perros tienen que hacer un giro exagerado de la cabeza, que además suele hacernos bastante gracia a las personas. A veces puede simplemente girarla un poquito.
Lo que sí está claro es que notarás que está intentando averiguar lo que estás diciendo, o lo que estás haciendo, pues también ocurre al hacer gestos o movimientos o ruidos extraños.
¿Hay alguno de estos perros que tenga una actitud diferente de querer entender lo que dices?
¡No olvides tus comentarios! 🙂
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4 comments
Join the conversationRuth - 29 de abril de 2022
Buenos días, vivo en un chalet y un día estando esperando mi hija con mi cachorra de 3 meses, atada con su correa, se escapó el perro de mi vecino, que no está socializado, y le mordió en la cabeza, mi perra chillaba mucho, pero no le hizo nada visible. Mi hija se metió corriendo para la casa con la perilla. Y desde entonces es un calvario sacarla e incluso ponerle el arnés. El problema es que el perro es vecino de puerta con puerta y sabe que en cualquier momento se lo puede encontrar, incluso lo huele. A ello se suma a que es un perro guardián, siempre está fuera y nunca relacionado con la familia ni otros perros. ¿Qué hago?. Muchas gracias.
Miriam Sainz - 20 de octubre de 2022
Hola Ruth, gracias por tu comentario.
Lo cierto es que tienes una situación difícil.
Lo primero que yo haría sería hablar con los vecinos, pues no sé de qué país nos escribes, peor por ejemplo en España no está permitido tener a los perros sueltos e incontrolados. Más allá de lo «legal», hablaría con ellos desde la lógica, pues es un perro que supone un problema para otros, y principalmente para tu perra.
Por otro lado, esa cachorrita necesita muchísima socialización desde ya, porque ha sido un trauma importante y necesita saber que no todos los perros son así, y que la vida no es peligrosa, como ha experimentado.
Un saludo.
Deisy - 12 de septiembre de 2021
Buen día tengo un bernes de la montaña de un año y hace dos días empezó a tener miedo al salir de la portería del conjunto que podría hacer graciar
Miriam Sainz - 13 de septiembre de 2021
Buenas tardes Deisy, muchas gracias por tu comentario.
Me resulta muy complicado darte alguna pauta sin tener másinformación. Busca qué posibildades han podido llevarle a tener miedo: ruidos, gente, un mal movimiento, un susto con un coche, un perro que le ha ladrado o mordido… Si no hay nada concreto que puedas decir, entonces fíjate en su cuerpo: ¿tiene las patas paralelas y apoya bien las almohadillas? ¿Es posible que tenga algún dolor de espalda o en las articulaciones?
¿Es posible que el manejo haya sido muy brusco para ponerle el arnés, collar o correa?
Si saber más, es todo lo que puedo ayudarte. Hay que buscar el por qué.
Si no lo encuentras, será más complicado, pero prueba a ir por lugares diferentes, sacarle quizá por un garaje u otra puerta. Quizá con juego o comida (no seas escasa) puede hacer el esfuerzo de salir, y lo puedas mantener hasta que salga con normalidad, e incluso después.
¡Cuéntame!