Esta posición es fascinante, porque abre la puerta a ser maleducados, invasivos, irrespetuosos… ¡porque todo es un juego!
¿Te puedes imaginar lo que ocurriría si un perro se comportase así pero sin ninguna indicación de que están jugando? Mordisquitos, persecuciones, invasiones de espacio, movimientos rápidos e incontrolados… ¡Cualquier perro le daría una buena reprimenda a nuestro amigo canino!
Sin embargo, esta posición viene a decir «oye, que todo lo que voy a hacer a partir de ahora es para divertirnos un rato… no va en serio». Y a partir de ahí… multitud de posiciones inverosímiles, divertidas y llenas de energía que les hacen disfrutar a ellos, y a todos lo que tengamos la oportunidad de observarlos.
Características físicas
- Su mirada es fija en su interlocutor, pero puede hacer muchos gestos para confirmar que todo sigue siendo un juego: mirar de reojo a otro lado, pestañear, cambiar la dirección de la cabeza…
- Las orejas oscilarán hacia delante y hacia atrás, según el momento del juego en que se encuentren, pues no es lo mismo perseguir que ser perseguido, jugar en una posición desde arriba o desde abajo, correr o morderse en estático…
- Músculos relajados en tensión, en movimiento, listos para salir corriendo o subirse encima del compi de juegos.
- La cabeza girará o se mantendrá quieta según lo que necesiten comunicar en ese momento: ¿jugamos o nos damos un descanso? ¿te increpo o me persigues?
- Boca relajada, abierta, jadeando si ha habido ejercicio físico, en ocasiones y dependiendo de la intensidad del juego, pueden enseñar los dientes y hacer vocalizaciones.
Observaciones:
Es importante que los perros aprendan a jugar con las personas, sus congéneres y otros animales si los hubiera. Entre ellos, siendo equilibrados, se corregirán y enseñarán cómo jugar, pues no hay dos juegos iguales entre dos perros en cuanto a intensisdad, duración, frecuencia de encuentros o forma de llevarlo a cabo.
Los juegos equilibrados pasan por momentos de alta intensidad combinados con pausas que hacen frecuentemente para comprobar que todo está bien, que la testosterona no está aumentando más de la cuenta y que son capaces de parar manteniendo la armonía.
No siempre tiene que haber cambio de roles (primero persigue uno, luego otro; primero uno está encima, luego el otro, etc.) aunque es una forma educada de jugar. Simplemente hay que estar atentos de que todo siga con cordialidad.
¿Crees que todos estos perros están jugando?
¡No olvides tus comentarios! 🙂
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