Continuamente veo a gente llegar a mis clases, sobre todo con cachorros, haciendo que sus perros sean nada más y nada menos que perfectos.
Por eso hoy me paro a escribir sobre esto, sobre esas perfecciones que buscamos en los perros, sobre su necesidad, y su posibilidad, de alcanzar esos estándares de perfección que a veces les exigimos.
Es ciertamente imposible comenzar a escribir sin hacer esta pregunta al aire: ¿es que acaso exiges perfección porque tú llevas la perfección en cada cosa que haces?
En busca de la perfección
No me quiero parar mucho en valorar esto, y solo lo escribo de pasada: el estado «perfecto» me parece, como mínimo, aburrido. Es un estado en el que no es posible mejorar, ni siquiera puedes aprender, y a mí particularmente no me llama la atención. Una vez alcanzada la perfección, lo único que puedes hacer es caer a la imperfección en cualquier momento, con la frustración que ello supone. Y lo digo yo, que se me ha enseñado que la perfección es el lugar mínimo exigido para tantas cosas… no en vano todos mis años como bailarina de ballet clásico apuntaban única y exclusivamente a alcanzar la perfección.
Así que el estado perfecto creo que además de aburrido es una carga enorme para nuestros hombros y para el lomo de nuestros perros, y el camino hacia la perfección, solamente me cobra sentido si es divertido y si acepta y asume el fallo como parte natural del proceso de aprendizaje, tanto de nosotros las personas, como de los animales con los que trabajamos.
Avanzando, mejorando
A veces me es difícil explicar que cuando yo propongo un ejercicio siempre lo hago con vistas a tener que trabajar por la mejora. No es para ver a un perro que de sobra sabe lo que tiene que hacer, cuya realización de ese ejercicio no implica ningún trabajo mental, quizá algo físico, pero no es un reto en ningún caso.
Me pregunto cuál es la necesidad de ir a una clase grupal o de hacer una sesion individual con la lección completamente aprendida. Y es que además, hay tantas posibilidades para complicar aquello que un animal o una persona conocen, que es raro ver en nuestras clases perros aburridos sin estímulos enriquecedores que hagan un reto de cada una las acciones que llevamos a cabo
Creo que si estas personas se centran más en buscar formas comunes de llegar a una misma meta, y pudieran olvidarse de hacer un ejercicio perfecto, aparte de disfrutar mucho más del entrenamiento y de la educación canina, iban a conseguir encontrar la conexión perfecta que haría que esa respuesta perfecta que buscan, deje de ser perfecta, y sea simplemente la que quieren encontrar.
Tolerar los fallos y aprender sobre ellos, es precisamente el camino que te lleva hacia la perfección, entendiendo la perfección como una meta que debería ser inalcanzable pero que nos brinda la posibilidad mejorar cada vez interactuamos con nuestros/as perros/as.
A veces encuentro personas que me justifican por qué su perro no realiza un nuevo ejercicio. Resulta que soy consciente de que no tiene la capacidad de realizarlo en ese momento. Pero que con trabajo, no le costará alcanzar el objetivo. Y siento cierta pena por esa búsqueda de una perfección que simplemente no puede existir. No he dejado ese espacio, ni ese tiempo. Lo que propongo es un camino juntos, no una meta individual.
Sin fallos
Me sigue sorprendiendo, en general en la vida, en particular, con los perros, la falta de tolerancia a los fallos. ¡Cuánta frustración mal gestionada! ¿Por qué no pueden fallar nuestros compis caninos? No cuesta nada enseñarles, ¡estamos para eso! Y aunque cueste… ¡seguimos estando para eso!
Hay una terrible sensación de pesar e incapacidad cuando las cosas no salen como queremos. «Ya se lo he explicado»… pues quizá, tengas que volver a repetirlo entre 350 y 700 veces para que le quede claro. ¿Cuál es el problema?
Un fallo de tu perra no es el fin del mundo, ni significa que no puedas enseñar, ni que no vaya a aprender. Significa que te da la oportunidad de hacerlo mejor la próxima vez, de perfeccionar tus técnicas. ¿No son maravillosos estos seres peludos?
Foto de Marco creado por ArthurHidden – www.freepik.es – portada
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