Hoy me siento orgullosa.

Y según lo he ido a plasmar en ese cuadernillo lleno de notas al que con poco criterio llamo diario he pensado: «¿por qué no compartir este sentimiento con el resto de la gente?» incluso más ahora, que hay tanta desgana, tanta incertidumbre y con frecuencia tanto pesimismo.

Y es que socialmente se asocia los buenos pensamientos, sensaciones, o percepciones que tiene una persona de sí misma con vanidad o egocentrismo.

Así que, queriendo luchar contra esa visión tan espeluznante de quererse a una misma, aquí estoy, dispuesta a contaros lo orgullosa que me siento.

Durante todo el recorrido del camino dedicada al mundo del turismo, donde aprendí tantas y tantas cosas, si algo tuviera que destacar que se me quedara imborrablemente grabado en mi cabeza, es que frente a la adversidad y las dificultades, aparece la gran oportunidad de demostrar la capacidad de darle la vuelta a las cosas. Las mayores fidelizaciones de mis clientes por aquel entonces, surgieron del dinamismo en la resolución de sus problemas, que se convirtieron en una fortaleza incuestionable y posiblemente la mayor de mis ventajas competitivas.

Hoy, en una situación que ha puesto al mundo entero del revés, con gente aún haciéndose preguntas cada mañana sobre cuál debe ser el siguiente paso, no puedo sentirme más orgullosa de la capacidad de reacción mía propia, pero también de todo el equipo de profesionales dentro de Sentido Animal, así como de compañer@s de otras entidades y buenas amistades.

No sólo hemos sido capaces de remangarnos para encontrar soluciones alternativas a nuestra situación, sino que lo hemos hecho desde el altruismo y las ganas de remar en conjunto hacía un horizonte desconocido.

En un tiempo récord he habilitado nuestro campus virtual para seguir dando soporte a todos nuestros cursos presenciales, para mantener la posibilidad de que continúen las docentes con su trabajo, y aprendiendo uno a uno los pasos, curso incluido, para dar la mejor versión de un campus virtual formativo.

Ahora miro atrás, tan solo un mes atrás, y me sorprende la cantidad de cosas nuevas que cada una de nosotras ha aprendido.

Así que no puedo estar más orgullosa. Estoy rodeada de una calidad humana que abruma, de profesionales, amig@s, pero también de clientes, que no han dudado en agarrar con fuerza nuestra mano y en hacernos saber que este camino lo andábamos todos juntos, adaptándose también al mundo online, apoyándonos de forma explícita con cada una de sus acciones.

Así que gracias, a cada un@ de vosotr@s, por hacernos sentir importantes, por acompañarnos por este extraño sendero, por vuestro cariño y por vuestro gran esfuerzo.

Sea como sea, aquí estaremos.