Continuamente escuchamos que es muy importante la primera etapa de la vida del cachorro para tener un perro adulto equilibrado. Hay unas fechas muy bien definidas sobre los cambios que va teniendo nuestro cachorro, día a día y semana a semana, donde se van despertando sus instintos y capacidades, donde van observando y entrando en contacto por primera vez con el mundo. Es una etapa maravillosa y casi mágica, muy importante para nuestro perro y que tendrá un papel decisivo en su comportamiento en el futuro.
Hoy voy a hablar un poco más de este proceso, no desde la importancia de la socialización del cachorro, sino de la parte más científica, desde el «por qué» de esas afirmaciones.
Cuando un perro nace, lo hace con un cerebro que ya contiene todas las células con las que contará el resto de su vida. Sin embargo, es indudable que el tamaño del cerebro de nuestros perros, crece. De hecho, lo hace hasta 15 veces más de lo que medía al nacer. Entonces, ¿cómo es posible si todas las células ya están ahí en el momento de su nacimiento? La respuesta la tenemos en las conexiones neuronales que se forman entre ellas y que forman parte de su aprendizaje.
Tipos de aprendizaje
Aprendizaje temprano
Este aprendizaje es el que se produce desde las 3 hasta las 12 semanas. Se realizan conexiones neuronales según las experiencias que tiene el cachorro, a base de repeticiones. Sin embargo, si el cachorro tiene alguna experiencia traumática, esto también queda reflejado en el establecimiento de unas conexiones que posteriormente le harán reaccionar a estímulos o experiencias similares, de una manera también similar. Estas conexiones o asambleas celulares no se pueden modificar, y cuantas más experiencias positivas tenga y más rico sea el entorno de un cachorro en este período tan relevante para su vida, más normalizado será su comportamiento y acogerá con naturalidad en su vida adulta situaciones nuevas, incluyendo personas y otros animales.
Aprendizaje posterior
El perro continúa aprendiendo cosas toda su vida. Pero este aprendizaje se basa en el encadenamiento de asambleas celulares ya adquiridas durante el aprendizaje temprano. Gracias a ese encadenamiento de las conexiones previamente establecidas, el perro adulto podrá realizar comportamientos complejos, pero un perro que haya tenido un ambiente empobrecido y falto de estímulo en la fase previa, no podrá percibir los cambios o las novedades como algo positivo o normal, por lo que será impredecible puesto que el miedo o la inseguridad pueden hacerle atacar o huir.
Cómo guiar las experiencias de un cachorro
Hay muchas cosas que podemos hacer para que nuestro cachorro tenga un aprendizaje temprano robusto para el resto de su vida. Aquí dejo algunos ejemplos:
- Socializa a tu cachorro. Puedes aprender más en el enlace anterior, donde explico cómo se puede socializar a un perro con otros perros, cosas, situaciones, personas…
- Permítele tener el tiempo necesario con sus hermanos y su madre, aprendiendo de ellos y estableciendo la comunicación canina que necesitarán el resto de su vida. Además, es un error despojar al cachorro de la seguridad de la manada y su protección antes de las 12 semanas. Mejor si puedes esperar a las 16 semanas.
- Haz que su entorno sea rico en estímulos positivos:
- Déjale juguetes, como botellas de plástico, conos, peluches, pelotas, mordedores, algunos colgando de una cuerda, otros que rueden…
- Introduce poco a poco sonidos suaves que no les asusten, como muñecos para bebés, con música, o sonidos de la calle
- Permítele pisar diferentes tipos de suelos, más o menos calientes, más o menos rugosos, más o menos incluinados, la tierra, la hierba, la moqueta, tablas por las que pasar…
- Introcuce elementos olfativos para que vayan desarrollando el olfato
Por supuesto, todas sus experiencias deben ser positivas para que pueda asimilarlas como algo corriente sin necesidad de desarrollar miedos o fobias.
No es cierto que un perro al que hemos adoptado o rescatado de mayor vaya a tener un problema por el hecho de no conocer su pasado ni su período de socialización. Es más, en muchos casos el hecho de comprar un perro en una tienda, que se pasa largas horas en una urna de cristal sin mayor estímulo que ver pasar de largo a la gente es, en mi opinión, bastante más terrorífico.
Con perros que no han tenido un ambiente propicio para desarrollarse por completo de manera positiva, se puede trabajar cambiar un determinado comportamiento con mayor o menor fortuna, y en la mayoría de los casos trabajar una desensibilización que dará como resultado un comportamiento normalizado, pero qué duda cabe que comenzar a ejercitar al perro de una manera amable frente a las muchas diferentes situaciones que puede experimentar de cachorro, te da el trabajo prácticamente hecho.
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10 comments
Join the conversationMarta - 30 de junio de 2015
Hola Miriam!
Me gusta mucho tu blog. Me ha servido mucho y además acerca el mundo de los perros a la gente. Te quiero preguntar por un problema que tengo con mi cachorro y hay gente q me dice que no pasa nada y otros que me preocupan. Se come su caca!!!! Cuando voy por las mañanas o vuelvo del trabajo veo que ha hecho una o dos veces pero q solo quedan los restos. Es eso normal? Q hago? Gracias y sigue así
Miriam Sainz Sánchez - 30 de junio de 2015
Hola Marta, me alegro mucho de que encuentres el blog útil, ¡gracias!
Habría que analizar cuál es la situación de tu cachorro para poder determinar por qué lo está haciendo.
Me permito redirigirte a un artículo de Mascotea que creo que da bastante en el clavo: http://www.mascotea.net/es/blog/2013/02/06/coprofagia-mi-perro-come-heces
Más allá de una conducta desagradable, puede haber problemas de salud por tener esta conducta. Sin embargo lo más preocupante es el motivo por el que lo hace: ¿estrés, miedo, comportamiento compulsivo? Cantidad de veces intentamos enseñar a nuestro cachorro a que no haga sus necesidades en casa, por ejemplo, castigando «el pastel» en sí, por lo que sin pruebas (más o menos…) no habrá castigo. No sé si es tu caso. ¿Puedes darme alguna pista de qué le puede estar pasando?
Marta - 30 de junio de 2015
Pues es muy pequeño, apenas una semanas, y ya está separado de la madre. Supongo que el cambio de ambiente y q no pueda salir a hacer vida normal aun le tendrá algo estresado. El caso es que es hacer caca y darse la vuelta para comérsela. Lo que pasa es que cuando estoy delante se la quito y no se queja, pero por las noches o cuando no estoy delante lo hace y no se como remediarlo. No le regaño por ello porque pobrecillo. El veterinario me dijo que lo hacen todos y que no me preocupe, pero no se yo :S
Miriam Sainz Sánchez - 2 de julio de 2015
Hola Marta.
Como dices, un cachorro de unas semanas de vida es muy pequeño todavía como para que comer sus heces sea un problema. Hasta los 5 -6 meses muchos lo hacen, y pasa desde por tener hambre hasta por limpiar su entorno o imitar simplemente lo que hacía su mamá. Cuando son adultos se puede pensar en una patología, pero no con esa edad.
¡Ya me contarás la evolución del peque!
Borja - 29 de junio de 2015
Hola Miriam!
Tengo un cachorro de labrador de apenas dos meses. En las últimas dos semanas ha ido mordiendo con más asiduidad y cada vez con más fuerza. Hemos probado a ser tajantes con él diciéndole No y un ligero toque en el hocico, a ignorarle un rato e incluso a castigarle un par de minutos encerrado en una habitación.
Sin embargo, cada vez está más reboltoso (por no decir agresivo) cuando interactuamos con él y ahora le ha dado por saltar y empezar a morder en rodillas y muslos. Al no poder sacarlo aún a la calle a ‘cansarlo’ y a que socialice más, ¿puede que esté un poco desquiciado de ver siempre las mismas paredes y por eso responde así a los juegos y estímulos? ¿Qué nos recomiendas?
Muchas gracias y enhorabuena por tu blog
Miriam Sainz Sánchez - 29 de junio de 2015
Hola Borja, muchas gracias por dejar tu comentario.
Lo primero que me gustaría decirte es que un cachorro es un cachorro… ¡y muerde! Por muchos motivos, entre otros porque necesita cambiar los dientes y ese proceso es doloroso y molesto.
¿Tiene algún juguete que SI pueda morder? Si no lo tiene, necesitará uno. Vigila el tipo de juguete que le das para que, si lo destroza, no se coma los trocitos (plástico, cuerda, etc.). Incluso puedes dejarle un hueso de piel de esos que le durarán varios días hasta que consiga comérselo entero. Ojo, siempre con supervisión, sobretodo al principio. Cuando muerda algo que no quieras, quítale con suavidad y saca su juguete «mordisqueable». Incítale a que lo coja y lo use jugando con él. Permítele que lo tenga y haga con él lo que quiera.
Además, tu cachorro como dices puede que esté deseando conocer más mundo, pero sobretodo, soltar la energía que lleva dentro. Escóndele su comida (si tienes bolitas de pienso estaría estupendo que las pusieras en sitios fáciles de encontrar, y según vaya entendiendo la dinámica del juego, lo compliques para que las busque con el olfato. Ten en cuenta que a los dos meses aún no tendrá el olfato completamente desarrollado). El juego también les cansa mucho. Jugar al «tira y afloja» puede ser una buena solución. Esto no crea perros agresivos, contrariamente a lo que se ha pensado mucho tiempo.
¿Qué crees que quiere tu perro? Juego, atención, actividad… Castigarle y darle en el hocico no enseña a tu cachorro más que de ti viene algo que no es precisamente positivo… ¡Evítalo!
No le dejes morderte las rodillas o los muslos. Puedes incluso usar barreras físicas para que esto no ocurra (por ejemplo, una correa) hasta que puedas trabajarlo bien, pero esta solución sin trabajarlo por otro lado no puede alargarse en el tiempo…
La verdad es que es un tema que me encanta y muy largo de explicar para una respuesta de un comentario, así que te prometo escribir próximamente un artículo sobre todo esto para que lo puedas tener más claro y más ordenado, ¿te parece? 😉
Ruben - 13 de mayo de 2015
Tengo un american stanford de 2 meses y me gustaria saber y que hacer con el problemilla que tengo y es que aveces cuando lo regaño y le doy un cachete me gruñe o a lo mejor le arrasco en el pecho no tan cariñosamente y me gruñe…nose porq sera haber si me puedes ayudar porfavor
Miriam Sainz Sánchez - 14 de mayo de 2015
Hola Ruben y gracias por tu comentario.
Tu cachorro se está comunicando contigo: ¡no quiere que le pegues! Independientemente de la raza, ningún perrete debería sufrir violencia física por nuestra parte. Tienes muchas formas de enseñarle que lo que está haciendo no te gusta.
Puedes leer un artículo la forma en que puedes educar a tu cachorro en https://www.sentidoanimal.es/con-que-podemos-educar-a-un-perro/
Por otro lado, no sé exactamente el gruñido que utiliza tu perro cuando le rascas el pecho. ¿Es posible que sea juego? De lo contrario, también te estará tratando de decir que no se siente a gusto con lo que le haces. Puedes echar un ojo a: https://www.sentidoanimal.es/mi-perro-grune/
Cualquier duda que tengas, ¡estoy a tu disposición!
Toñy - 16 de diciembre de 2014
Hola
Kisiera saber como hacer para k mi cachorro de 4 meses deje de mordernos cada vez k lo vamos a acariciar o a jugar.
Muchas gracias
Miriam Sainz Sánchez - 18 de diciembre de 2014
Hola Toñy, gracias por tu consulta.
Lo mejor que puedes hacer con tu cachorro para enseñarle que no debe morder para jugar es… ¡no jugar cuando te muerde! Con la edad que tiene tu cachorro es normal que utilice mucho la boca porque si no ha empezado ya a cambiar los dientes, estará a punto. Eso no significa que no prestemos atención a estas cosas, pero podemos darle algún juguete como por ejemplo una cuerda, para que pueda aliviarse y mordisquearla.
Cuando estás jugando con tu cachorro y te muerde, lo mejor que puedes hacer es dejar de jugar con él, esperar 30 segundos o 1 minuto y volver a jugar con él o a hacerle caso. Si cada vez que tira la boca el juego termina, entenderá que con ese comportamiento no puede haber juego.
Ten en cuenta también el tipo de juego que estás haciendo con el cachorro para que no fomente precisamente morderte las manos, los pies, etc.
Con las caricias es exactamente el mismo procedimiento.
Espero haberte ayudado, y ¡cuéntame cómo te va aplicando estos consejos con tu perrete! 🙂