Felicidades mi niña, felicidades en tu gran día.

Nada más y nada menos que 11 años ya… Y tu mirada, se nota algo cansada a pesar de su gran vitalidad y su incansable curiosidad.

Siempre pensé en lo duro que sería el momento en el que dejaras de correr a largas distancias de nosotros en medio del campo para tener un paseo más tranquilo a nuestro lado.
Siempre pensé en lo que dolería dejar de verte trotar como una cabrilla asilvestrada.
Aunque ya se atisbe alguna señal de tu fatiga,y a pesar de que el paso de los años necesariamente hace mella en tus capacidades, me sigues enseñando cada día que la vida está para vivirla.

Hoy hace 11 años que el mundo empezó a cambiar, porque tú lo hiciste cambiar.

11 años regalándonos la vida a cada paso, enseñándonos lo que significa «amor incondicional», haciéndonos crecer como personas y devolviendo nos la conciencia animal.

Gracias por regalarnos cada etapa de tu vida, y, en ésta, la del último tramo, seguimos aprendiendo, compartiendo, riendo y disfrutando junto a ti como llevamos 11 años haciéndolo.

Gracias por estos 11 años siendo imprescindible en los pilares de nuestra familia.

Te queremos, pelirroja, bebé, Neskatxu, Neskita, Nes… Y mil formas más de llamarte con todo nuestro amor.