Es cierto: no enfadarse es una filosofía de vida, más allá de una técnica de adiestramiento… Pero cuanto más abrazo esta apasionante profesión más me doy cuenta del arte que supone no enfadarse. Es una gran virtud que se puede cultivar, con paciencia, claro, pero sobretodo con conocimiento.
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Salida de socialización canina: abril 2015
¡Qué bien lo hemos pasado! En la primera salida de socialización realizada por Siente a tu perro, hemos ido a dar una vuelta por el embalse de Valmayor, ¡y lo hemos pasado en grande!
Ansiedad por la comida
Perros glotones por todas partes, gorditos, obesos, desesperados por comer, a cualquier hora o lugar… ¡cualquier cosa! Y es que nuestros perros, en su mayoría, son de buen comer y encuentran cualquier oportunidad para lanzarse sin rubor o pensar en su estrategia cuando nadie los mira para poder atiborrarse sin remordimiento… También hay perretes que no tienen gran apetito, no al menos de lo que nosotros queremos que coman… pero eso para las personas que tienen un compi peludo que no puede pensar en otra cosa más que en comer, les parece ciencia ficción.
Voy a comentar algunas de las cosa que frecuentemente aconsejo a las personas que tienen estos problemas con sus perros, pues son muy sencillas y muy fáciles de llevar a cabo, y sin embargo los resultados son rápidos y duraderos.
Entrevista en RTA, la radio del Principado de Asturias
¡Ayer fue un día emocionante! Lola Moreno, presidenta de «Amigos del Perro«, me llamó por la mañana para preguntarme si podía entrar en antena para hablar un poquito de la forma de adiestrar en positivo a los perretes. Me encantó la idea, y superados los nervios de hablar en directo en la radio, pudimos concienciar un poquito más a todos aquellos que nos escuchaban a través de RTA, Radio del Principado de Asturias.
Feliz 2015
Hoy me preguntaba qué quiero para 2015. La verdad es que si pudiera pedir, pediría muchas cosas… algunas imposibles, utópicas, otras más o menos difíciles de conseguir, y algunas más sencillas pero cargadas de ilusión. Pero si tuviera que reducirlo a unas pocas, me encantaría afrontar 2015 con la misma ilusión que me llena cada vez que me pongo delante de un perro, que intento entenderle, motivarle, adaptarme a su forma de enfrentar la vida… Me encantaría mantener la felicidad que siento cada minuto que comparto mi vida con alguno de ellos, sean de mi familia o no.
El gran error de las protectoras
Las protectoras de animales y los refugios cumplen una labor invaluable: brindar un espacio seguro a aquellos animales que han sido abandonados o que han pasado por experiencias de maltrato.
Desde hace muchos años, he seguido muy de cerca su trabajo como voluntaria y colaboradora, y también de forma observacional, y no es secreto que apoyo y admiro profundamente el esfuerzo y dedicación que implica esta misión tan noble. Sin embargo, es importante también señalar algunos errores recurrentes que, en lugar de ayudar, terminan por perjudicar tanto a los animales como a la propia imagen de estos centros.
¿Cuándo tengo que bañar a mi perro?
Ya sabemos que debido a la neotenia tenemos en casa un peludo con ganas de jugar y permanecer cachorro todo el tiempo. Además de esto como buenos cachorrotes, lo sean o no, disfrutan restregándose contra olores para nosotros poco acertados, correteando por el barro, visitando todos los charcos que se encuentren y, en definitiva, no piensan demasiado en las consecuencias de no llevar una higiene que para los humanos es fundamental. Y digo bien, «para los humanos«, pues nadie podrá negar que los perros se cuidan mucho de tener la máxima higiene que para su especie se necesita.
El maltrato no es adiestramiento
Con frecuencia la gente confunde enseñar con aplicar técnicas coercitivas a los perros. Demasidas técnicas dañinas para el animal que podemos ver en la televisión y que por supuesto están en boca de todo el mundo cuando vamos a un parque, e incluso cuando nos topamos con gente que ni siquiera tiene perros.
Está comúnmente aceptado que a los perros hay que enseñarlos con el adiestramiento tradicional, y ante la menor duda, lo más «sensato» es que se nos escape la mano, y, si la situación lo requiere, con algo más de brío que de costumbre.
¿Con qué podemos educar a un perro?
A veces la teoría es relativamente sencilla, pero la pregunta es: ¿cómo consigo los resultados?
Que la fuerza y la coacción funcionan en muchos casos, no cabe duda. Funcionan sobre las necesidades o deseos de la persona de que el perro haga o deje de hacer, aunque no se tenga en cuenta al perro para nada, ni sus emociones ni sus sentimientos. Y por no extenderme en esto, digamos simplemente que «funciona». Sin embargo, dejando de lado la parte más primitiva del ser humano y centrándonos en el respeto hacia ellos, encontramos también cantidad de recursos para poder trabajar con los peludos.
Niños, los pequeños entrenadores caninos
Los que tienen perros y niños conviviendo en la misma casa tendrán una buena idea de las bondades que genera a un niño (y a un adulto) vivir con mascotas. Pero además, si incluimos a los niños en el adiestramiento de nuestros perros, podremos formar una sociedad mucho más respetuosa y sensible con los animales y con sus necesidades, y eso es algo muy grande.