¿Quién no ha oído hablar de las maravillas del clicker? Quien más, quien menos, sabrá que es una sencilla herramienta que sirve para entrenar, y lo más importante, para adiestrar en positivo.
Mucha gente viene a mis clases preguntando por el clicker, pues han oído de sus bondades y tienen la idea que con tan solo tener esa antigua ranita en caja de plástico, su entrenamiento se convertirá mágicamente en positivo. Lástima, el entrenamiento ético es mucho más que saber atinar con el sonido del clicker.