Siempre es un placer pasear por la dehesa de Majadahonda y aprovechar los pinos, las sombras y la naturaleza para dejar que los perros se relacionen entre sí a la vez que seguimos aprendiendo sobre la comunicación canina.
El pasado domingo estuvimos aprovechando el día nublado (¡que al final resultó no ser tan fresco como aparentaba!) y dimos una vuelta por los alrededores de la Dehesa. Cambiando un poco la ruta por los perretes que participaron y por los perros que andaban sueltos por la Dehesa, pudimos soltar a algunos de ellos mientras Ozzy y Kima mantenían las distancias. Demasiadas revoluciones para la peludita que gracias a las atenciones de Alberto y María tuvieron que abandonar la segunda parte de la salida, la mañana continuó con tranquilidad, salvo raras excepciones donde la distancia se hizo imprescindible.
En el maravilloso mundo de compartir tu vida con un cachorro, es fundamental comenzar con buen pie la relación y el vínculo que estableces con él. Jugar con un cachorro es una fantástica oportunidad para enseñarle ciertos límites y una interacción sana, también partiendo de momentos de alta excitación.
Un cachorro no es de porcelana, y apuesto a que si tienes uno cerca, ya habrás podido comprobarlo. Lejos de eso, cuando un cachorro juega «todo le vale», y si tiene confianza contigo como compañero de juegos, comenzará a elevar su nivel de energía hasta el punto de que puede llegar a hacerte daño.
Cuídala, ¡mímala! La señal que uses para llamar a tu perro debería significar un pequeño tesoro que no debes mal utilizar ni tratar de cualquier forma. Como ya hemos estado viendo, la llamada juega un papel fundamental en nuestro día a día con el perro.
Única y diferenciada
Asegúrate de que tu señal esté tan diferenciada como puedas. Escoge un sonido y un tono únicos para pedirle a tu perro que venga a tu lado.
Evita utilizarla para cualquier otra cosa que no sea exactamente el comportamiento que quieres que ocurra cuando la utilices.
Es bastante habitual escuchar comentarios de los asistentes a las salidas de socialización que hace Sentido Animal sobre el extraño comportamiento de su perro durante los paseos: perros que suelen ser inseguros con otros perros correteando con confianza, perros que ladran o fijan su mirada en otros canes olfateando alrededor y sin prestarles atención… «no se suele comportar así», «nunca antes he podido soltarle», «no suele permitir que otros perros se le acerquen»…
Miriam SainzEl secreto de las salidas de socialización canina
Sacamos al perro varias veces al día y si no enseñamos a que no tiren de la correa, no vayan corriendo a olfatear cualquier cosa o no intenten correr para saludar a algún perro o persona, los paseos se pueden hacer cuesta arriba.
Taller de 2 días de duración para aprender a manejar los paseos de forma agradable, sin tirones ni «peleas» por llegar a los sitios.
Aprenderemos sobre:
Vínculo y su importancia en el paseo.
Reforzadores disponibles durante el paseo: qué le gusta a tu perro.
Uso de ejercicios básicos, atención y respuesta a señales.
Transmitiendo las opciones: qué sí y qué no puede hacer y en qué momentos.
Aumentando la dificultad y manteniendo un paseo tranquilo.
Este taller de 3 clases grupales de hora y media de duración cada una, está destinado a particulares que quieran aprender a introducir a su perro en los transportes públicos (metro, tren y metro ligero) de manera agradable, sin miedos ni incomodidades.
Miriam SainzTALLER Viajar en metro y otros transportes públicos (sesión 1)
Este taller de 3 clases grupales de hora y media de duración cada una, está destinado a particulares que quieran aprender a introducir a su perro en los transportes públicos (metro, tren y metro ligero) de manera agradable, sin miedos ni incomodidades.
Miriam SainzTALLER: Viajar en metro y otros transportes públicos (sesión 1)
Aunque a veces puede incluso llegar a resultarnos gracioso, sobretodo si lo hace el perro de otra familia o estamos frente a un cachorro, lo cierto es que tener un perro en casa que no para de buscar comida por todas partes o que se sube a la mesa para servirse a su gusto, no es agradable para nadie.
La comida es una herramienta muy importante para poder enseñar y educar a un perro, y por eso deberíamos andarnos con cuidado a la hora de que nuestro perro se alimente «a demanda».
Igual está pregunta te resulta algo extraña… ¿qué se supone que ha debido hacer tan bien para que haya merecido tu felicitación? Vamos, no seas un hueso duro de roer… ¿Nada que se te ocurra?
Pendiente de lo que hace bien
Si te paras a pensar, es posible que se haya puesto nervioso cuando, temprano por la mañana, le has puesto el collar y la correa para salir a la calle, tirando como siempre y sin volver cuando se lo has pedido. Ha terminado con la comida del gato o ha vuelto a destrozar un juguete más, el último que dijiste que le comprarías… Hoy te ha robado comida de la mesa o ha saltado como de costumbre a dos patas manchándote los pantalones justo antes de salir… ¡Nada bueno que felicitar!
No sé las veces que he podido escribir sobre esto ni las que he debatido en base a este tema ya… Pero a veces, como en un ciclo sin fin, vuelvo a encontrarme a orgullosos del entrenamiento por las bravas. ¡Ignorantes!
Y es que me es indiferente si hace años que un «profesional de la fuerza» ejerce esta profesión o si sólo lleva unos pocos días jugando a ser el macho alfa con los perros que se encuentra. Me da igual si de morder a las personas un perro ha pasado a la sumisión por pánico (no, de hecho, no me da igual; me da bastante pena) o si ha aprendido a evitar el dolor (¡o el miedo!) corriendo como un galgo a la llamada. El fin nunca justifica los medios, pero es que además hay más caminos para llegar a un mismo fin. ¡El camino del respeto!
Miriam SainzLa ignorancia de entrenar por la fuerza