En el maravilloso mundo de compartir tu vida con un cachorro, es fundamental comenzar con buen pie la relación y el vínculo que estableces con él. Jugar con un cachorro es una fantástica oportunidad para enseñarle ciertos límites y una interacción sana, también partiendo de momentos de alta excitación.
Un cachorro no es de porcelana, y apuesto a que si tienes uno cerca, ya habrás podido comprobarlo. Lejos de eso, cuando un cachorro juega «todo le vale», y si tiene confianza contigo como compañero de juegos, comenzará a elevar su nivel de energía hasta el punto de que puede llegar a hacerte daño.
Es incómodo, desagradable e incluso peligroso ver cómo nuestro perro se come todo lo que encuentra por la calle… ¡y por casa!
Aquí nos centramos en enseñar a nuestro perro a no lanzarse a comer cualquier cosa.
Aprenderemos sobre:
Enseñar al perro a que no siga su primer impulso: comer cualquier cosa a su alcance
Redireccionar su afán de buscar la comida a otros comportamientos más cooperativos
Respuesta a señales en presencia de comida
Comer a la señal, y permanecer en una posición hasta que se le indique lo contrario
Cuídala, ¡mímala! La señal que uses para llamar a tu perro debería significar un pequeño tesoro que no debes mal utilizar ni tratar de cualquier forma. Como ya hemos estado viendo, la llamada juega un papel fundamental en nuestro día a día con el perro.
Única y diferenciada
Asegúrate de que tu señal esté tan diferenciada como puedas. Escoge un sonido y un tono únicos para pedirle a tu perro que venga a tu lado.
Evita utilizarla para cualquier otra cosa que no sea exactamente el comportamiento que quieres que ocurra cuando la utilices.
Es bastante habitual escuchar comentarios de los asistentes a las salidas de socialización que hace Sentido Animal sobre el extraño comportamiento de su perro durante los paseos: perros que suelen ser inseguros con otros perros correteando con confianza, perros que ladran o fijan su mirada en otros canes olfateando alrededor y sin prestarles atención… «no se suele comportar así», «nunca antes he podido soltarle», «no suele permitir que otros perros se le acerquen»…
Miriam SainzEl secreto de las salidas de socialización canina
Sacamos al perro varias veces al día y si no enseñamos a que no tiren de la correa, no vayan corriendo a olfatear cualquier cosa o no intenten correr para saludar a algún perro o persona, los paseos se pueden hacer cuesta arriba.
Taller de 2 días de duración para aprender a manejar los paseos de forma agradable, sin tirones ni «peleas» por llegar a los sitios.
Aprenderemos sobre:
Vínculo y su importancia en el paseo.
Reforzadores disponibles durante el paseo: qué le gusta a tu perro.
Uso de ejercicios básicos, atención y respuesta a señales.
Transmitiendo las opciones: qué sí y qué no puede hacer y en qué momentos.
Aumentando la dificultad y manteniendo un paseo tranquilo.
El momento de salir de casa cuando tienes un cachorrito, supone un hito importante tanto para ti como para tu perro. Despegarse de esta bolita de pelos te puede resultar difícil, y con seguridad será una situación que tu cachorro necesitará trabajar para no generarle ansiedad ni problemas presentes y futuros.
Sacamos al perro varias veces al día y si no enseñamos a que no tiren de la correa, no vayan corriendo a olfatear cualquier cosa o no intenten correr para saludar a algún perro o persona, los paseos se pueden hacer cuesta arriba.
Taller de 2 días de duración para aprender a manejar los paseos de forma agradable, sin tirones ni «peleas» por llegar a los sitios.
Aprenderemos sobre:
Vínculo y su importancia en el paseo.
Reforzadores disponibles durante el paseo: qué le gusta a tu perro.
Uso de ejercicios básicos, atención y respuesta a señales.
Transmitiendo las opciones: qué sí y qué no puede hacer y en qué momentos.
Aumentando la dificultad y manteniendo un paseo tranquilo.