Ahora te miro y me parece mentira… Esta mañana, por ejemplo, te acercabas curiosa y relajada a personas que no habías conocido antes, moviendo tu rabito, confiada, dando delicados pasos hacia delante.
Y sé que contigo la vida es una montaña rusa, pero también sé que con cada logro el dulce sabor que permanece en mis labios es el mejor regalo que podrías hacerme.
En muchos cursos y podría decir que en el 100% de los domicilios a los que me acerco o con los alumnos que trato en las clases, se enseña o se prioriza a decirle al perro lo que no debe hacer.
No quiero meterme esta vez en las formas que tenemos para hacerlo o el momento de utilizarlo. Pienso ahora más en el concepto de «no hagas eso».
Podemos hacer tantas cosas por nuestros perretes sin la excusa de que no podemos permitírnoslo… porque una maravillosa ventaja de estar tratando con perros es que ellos no miran cuánto te ha costado ese o aquél juguete o de qué calidad es el material del nuevo arnés que le has comprado.
Tiempo y dedicación son los regalos más valorados (y necesitados) por nuestros amigos peludos. Aquí te quiero contar cómo poder usar ese tiempo y cómo ofrecerles tu dedicación, de una forma sencilla, que se puede hacer todos los días y que no te costará ni un céntimo.
La gran mayoría de personas que tiene un perro, se preocupa (afortunadamente) de que juegue y socialice con otros perros. A veces esto se convierte en una máxima, e incluso se descuidan aspectos básicos de su comportamiento en favor de una interacción más cercana con sus congéneres.
Sin perder el punto de vista de que un perro es un animal social, pero sabiendo que cada individuo tiene su forma de ser y sus necesidades particulares, vamos a hablar hoy un poco sobre los juegos entre perros.
Siempre es un placer pasear por la dehesa de Majadahonda y aprovechar los pinos, las sombras y la naturaleza para dejar que los perros se relacionen entre sí a la vez que seguimos aprendiendo sobre la comunicación canina.
El pasado domingo estuvimos aprovechando el día nublado (¡que al final resultó no ser tan fresco como aparentaba!) y dimos una vuelta por los alrededores de la Dehesa. Cambiando un poco la ruta por los perretes que participaron y por los perros que andaban sueltos por la Dehesa, pudimos soltar a algunos de ellos mientras Ozzy y Kima mantenían las distancias. Demasiadas revoluciones para la peludita que gracias a las atenciones de Alberto y María tuvieron que abandonar la segunda parte de la salida, la mañana continuó con tranquilidad, salvo raras excepciones donde la distancia se hizo imprescindible.
Igual está pregunta te resulta algo extraña… ¿qué se supone que ha debido hacer tan bien para que haya merecido tu felicitación? Vamos, no seas un hueso duro de roer… ¿Nada que se te ocurra?
Pendiente de lo que hace bien
Si te paras a pensar, es posible que se haya puesto nervioso cuando, temprano por la mañana, le has puesto el collar y la correa para salir a la calle, tirando como siempre y sin volver cuando se lo has pedido. Ha terminado con la comida del gato o ha vuelto a destrozar un juguete más, el último que dijiste que le comprarías… Hoy te ha robado comida de la mesa o ha saltado como de costumbre a dos patas manchándote los pantalones justo antes de salir… ¡Nada bueno que felicitar!
Esta perra, tan simpática y cariñosa que es difícil que pase desapercibida, lleva a cabo fantásticos programas que van enfocados al apoyo a personas que necesitan un estímulo extra para superar sus dificultades. Y Sasha está encantada de poder acompañarles en su tratamiento y prestarse a ser su compañera durante algunas horas a la semana.
Me resulta imposible cambiar de año sin echar un poquito la vista atrás (un poquito, no demasiado…) y pensar en lo que me deparará 2016 (un poquito… tampoco demasiado).
Veo en 2015 cantidad de maravillosas experiencias rodeada de maravillosas compañías; unas que se han ido fortaleciendo y afianzando, otras nuevas con las que da gusto compartir ilusiones y entrenamientos, algunas emergidas como una agradable sorpresa…
No sé las veces que he podido escribir sobre esto ni las que he debatido en base a este tema ya… Pero a veces, como en un ciclo sin fin, vuelvo a encontrarme a orgullosos del entrenamiento por las bravas. ¡Ignorantes!
Y es que me es indiferente si hace años que un «profesional de la fuerza» ejerce esta profesión o si sólo lleva unos pocos días jugando a ser el macho alfa con los perros que se encuentra. Me da igual si de morder a las personas un perro ha pasado a la sumisión por pánico (no, de hecho, no me da igual; me da bastante pena) o si ha aprendido a evitar el dolor (¡o el miedo!) corriendo como un galgo a la llamada. El fin nunca justifica los medios, pero es que además hay más caminos para llegar a un mismo fin. ¡El camino del respeto!
Miriam SainzLa ignorancia de entrenar por la fuerza
¿A quién no le enternece un cachorro? Si eres una persona enamorada de estos peludos simpáticos, por lo general llenos de energía y siempre dispuestos a sacarte una sonrisa, con seguridad dejarás caer algún «ayyyy» cada vez que ves un peludo canijo, tambaleante y decidido a la vez.
Y es que los cachorros tienen algo especial, que incluso hace que tener fotos de animales recién nacidos en el trabajo aumente la productividad. ¡Espectacular!
Así que este artículo está pensado para cada vez que tengas la inmensa suerte de tener cerca, incluso entre tus brazos, un cachorrito de perro, y sepas un poquito más de sus necesidades y de las fases y períodos por los que pasarán en sus primeros meses de vida.