Era complicado poner un título que abarcara un caso complejo como es el de Chula.
Un desafortunado incidente en la calle provocó a los dos años de la perrilla que pasara de ser muy sociable a no permitir a nadie que entrara en casa, además de cambiar de actitud con los perros y no querer tener nada que ver con ellos. Sin embargo, con la gente conocida se deshace en cariñitos aunque nunca deja de estar alerta a los movimientos que se hacen.