Y es verdad… hay cantidad de perros que únicamente hacen lo que se les pide porque tienen un trozo de salchicha delante y saben que sentarse o quedarse tumbados tiene premio…
Cuando enseñamos a un perro con comida no pretendemos que éste sea nuestro final. La comida es únicamente un medio para conseguir la educación del perro. La comida es la motivación para captar atención, para ayudar a realizar un ejercicio (físicamente) concreto, o para reforzar una conducta determinada. La comida no es la tasa que hay que pagar cada vez que el perro responde a nuestras peticiones.
Cuídala, ¡mímala! La señal que uses para llamar a tu perro debería significar un pequeño tesoro que no debes mal utilizar ni tratar de cualquier forma. Como ya hemos estado viendo, la llamada juega un papel fundamental en nuestro día a día con el perro.
Única y diferenciada
Asegúrate de que tu señal esté tan diferenciada como puedas. Escoge un sonido y un tono únicos para pedirle a tu perro que venga a tu lado.
Evita utilizarla para cualquier otra cosa que no sea exactamente el comportamiento que quieres que ocurra cuando la utilices.
Es bastante habitual escuchar comentarios de los asistentes a las salidas de socialización que hace Sentido Animal sobre el extraño comportamiento de su perro durante los paseos: perros que suelen ser inseguros con otros perros correteando con confianza, perros que ladran o fijan su mirada en otros canes olfateando alrededor y sin prestarles atención… «no se suele comportar así», «nunca antes he podido soltarle», «no suele permitir que otros perros se le acerquen»…
Miriam SainzEl secreto de las salidas de socialización canina
Hoy pongo especial atención al momento en el que el perro se queda solo en casa, y algo que tenemos que tener en cuenta son los rituales y rutinas que hacemos, conscientes o no, a la hora de salir de casa.
Aprendiendo cada señal
Algo que suele causar mucho asombro, es la capacidad que tienen los perros de predecir cuándo es el momento en el que se te vas a marchar… Y lo cierto es que no debería causar tanta sorpresa, pues uno de sus pasatiempos favoritos consiste en observar cada uno de nuestros movimientos.
El embalse de Valmayor es siempre un lugar agradable para ir con nuestro peludos a pasar la mañana, y el esta vez no ha sido una excepción.
Como siempre hemos comenzado con unos ejercicios de socialización para que los perretes se sintieran cómodos y se conocieran, y hemos continuado nuestra marcha. Todos parecían terner muy buena armonía entre sí y los que en un principio han tenido que guardar más las distancias, se han ido sintiendo más y más cómodos hasta que han podido acercarse e interactuar incluso, olfateándose para conocerse un poquito mejor.
Como siempre en este lugar, ha sido un verdadero disfrute verlos correr, jugar con nuevos compañeros de carreras y en alguna ocasión, probar y adorar el agua al mismo tiempo.
Los perretes que ya han venido a algunas de las salidas y que se mostraban inseguros, se les ve ya con soltura y confianza entre sus congéneres.
Una mañana fantástica en una compañía encantadora, de personas grandes y pequeñas, y de peludos de todo tipo.