Hoy me preguntaba qué quiero para 2015. La verdad es que si pudiera pedir, pediría muchas cosas… algunas imposibles, utópicas, otras más o menos difíciles de conseguir, y algunas más sencillas pero cargadas de ilusión. Pero si tuviera que reducirlo a unas pocas, me encantaría afrontar 2015 con la misma ilusión que me llena cada vez que me pongo delante de un perro, que intento entenderle, motivarle, adaptarme a su forma de enfrentar la vida… Me encantaría mantener la felicidad que siento cada minuto que comparto mi vida con alguno de ellos, sean de mi familia o no.
Artículos etiquetados: Educación
El gran error de las protectoras
Las protectoras de animales y los refugios cumplen una labor invaluable: brindar un espacio seguro a aquellos animales que han sido abandonados o que han pasado por experiencias de maltrato.
Desde hace muchos años, he seguido muy de cerca su trabajo como voluntaria y colaboradora, y también de forma observacional, y no es secreto que apoyo y admiro profundamente el esfuerzo y dedicación que implica esta misión tan noble. Sin embargo, es importante también señalar algunos errores recurrentes que, en lugar de ayudar, terminan por perjudicar tanto a los animales como a la propia imagen de estos centros.
¿Cuándo tengo que bañar a mi perro?
Ya sabemos que debido a la neotenia tenemos en casa un peludo con ganas de jugar y permanecer cachorro todo el tiempo. Además de esto como buenos cachorrotes, lo sean o no, disfrutan restregándose contra olores para nosotros poco acertados, correteando por el barro, visitando todos los charcos que se encuentren y, en definitiva, no piensan demasiado en las consecuencias de no llevar una higiene que para los humanos es fundamental. Y digo bien, «para los humanos«, pues nadie podrá negar que los perros se cuidan mucho de tener la máxima higiene que para su especie se necesita.
Neotenia: ¿por qué mi perro se comporta como un cachorro?
Hoy en traigo un tema que me parece muy interesante. Con frecuencia vemos a perros adultos corriendo como cachorros, gritando como cachorros, jugando sin parar como cachorros… comportándose, en definitiva, como cachorros, aunque ya tengan más de 3 ó 4 años. ¿Por qué? Y es la respuesta a esta pregunta la que me parece emocionante 😉
La importancia de las experiencias del cachorro
Continuamente escuchamos que es muy importante la primera etapa de la vida del cachorro para tener un perro adulto equilibrado. Hay unas fechas muy bien definidas sobre los cambios que va teniendo nuestro cachorro, día a día y semana a semana, donde se van despertando sus instintos y capacidades, donde van observando y entrando en contacto por primera vez con el mundo. Es una etapa maravillosa y casi mágica, muy importante para nuestro perro y que tendrá un papel decisivo en su comportamiento en el futuro.
Diferencias y similitudes de educar a humanos y a perros
¿Por qué educar a un perro no es como educar a un humano? Hago esta pregunta porque con frecuencia me encuentro a personas que se disculpan de antemano al decirme que tratan a su perro como si fuera su niño y que ya saben que está mal. Al margen de juzgar si está bien o si está mal, términos muy relativos y tajantes a la vez, ¿cuáles son las diferencias?
¿Con qué podemos educar a un perro?
A veces la teoría es relativamente sencilla, pero la pregunta es: ¿cómo consigo los resultados?
Que la fuerza y la coacción funcionan en muchos casos, no cabe duda. Funcionan sobre las necesidades o deseos de la persona de que el perro haga o deje de hacer, aunque no se tenga en cuenta al perro para nada, ni sus emociones ni sus sentimientos. Y por no extenderme en esto, digamos simplemente que «funciona». Sin embargo, dejando de lado la parte más primitiva del ser humano y centrándonos en el respeto hacia ellos, encontramos también cantidad de recursos para poder trabajar con los peludos.
Las claves del éxito (II): Paciencia
Cuando ya hemos conseguido sacar el tiempo suficiente para nuestro perro, es hora de ponerse una capa de paciencia que nos permita darle al perro su espacio y su tiempo para poder trabajar con él. Y esto es importante porque sin la paciencia necesaria no podremos fomentar que el perro investigue, pruebe y finalmente aprenda.
Enseñar moviendo el rabo
Sí, sí, el rabo lo mueve el perro, pero si alguna vez habéis tenido la experiencia de educar a un perro, convendréis conmigo en que la sensación más placentera es la de enseñar mientras el perro es feliz, y mueve el rabo esperando que le des la oportunidad de hacer el ejercicio que le pides, que al fin y al cabo nos produce a nosotros esa energía positiva que, sin duda, haría que moviéramos el rabo también si tuviéramos uno…