Exigir o pedir…
La buena educación con frecuencia queda relegada a las interacciones que tenemos entre humanos. El amor hacia nuestros animales, nuestras ganas de aprender o enseñarles o nuestro deseo de disfrutar con ellos se ve empañado por la necesidad de un comportamiento ejemplar, socialmente aceptable, y por la frustración de no saber comunicarnos de una manera efectiva.