Ayer tuve la suerte de asistir a la 3ª conferencia en Intervenciones Asistidas con Animales de la Universidad Rey Juan Carlos, algo que varias personas no pudieron disfrutar porque, a pesar de haber lista de espera y de tener el aforo completo, supongo que la lluvia o el «quéseyo» hicieron que personas que tenían confirmada su plaza, dejaran algún que otro asiento libre.
No puedo disimular mi entusiasmo por formar parte de un sector que trabaja con el corazón, y que afortunadamente cada vez más vamos avanzando también en ponerle cabeza.