En el maravilloso mundo de compartir tu vida con un cachorro, es fundamental comenzar con buen pie la relación y el vínculo que estableces con él. Jugar con un cachorro es una fantástica oportunidad para enseñarle ciertos límites y una interacción sana, también partiendo de momentos de alta excitación.
Un cachorro no es de porcelana, y apuesto a que si tienes uno cerca, ya habrás podido comprobarlo. Lejos de eso, cuando un cachorro juega «todo le vale», y si tiene confianza contigo como compañero de juegos, comenzará a elevar su nivel de energía hasta el punto de que puede llegar a hacerte daño.
El momento de salir de casa cuando tienes un cachorrito, supone un hito importante tanto para ti como para tu perro. Despegarse de esta bolita de pelos te puede resultar difícil, y con seguridad será una situación que tu cachorro necesitará trabajar para no generarle ansiedad ni problemas presentes y futuros.
Con tan sólo 5 plazas, estrenamos el CLUB CANINES con una socialización donde les presentaremos otros cachorros y diferentes estímulos. Estaremos atentos a sus reacciones y trabajaremos sobre sus miedos, su exceso de energía y también su atención a la hora de trabajar algunos ejercicios.
2 fines de semana alternos para conseguir mejores resultados y mejor manejo.
Aprenderemos sobre:
Inducción a la relajación.
Autocontrol delante de otros cachorros.
Límites: cómo enseñar al perro a no hacer lo que no queremos que haga.
¿Vas a tener un cachorro en casa? ¡Qué bonita noticia! Y sin embargo, ¡cuánta responsabilidad! Aquí te dejamos algunas pautas para que puedas comenzar con buen pie. ¡No desesperes! Un cachorro da mucho trabajo, pero muchísimos momentos mágicos.
Ayúdate de la experiencia de un adiestrador canino que pueda enseñarte sobre la comunicación canina y la forma correcta de hacer las cosas.
Miriam Sainz25 consejos para tener un cachorro en casa
Más de uno comenzará a leer este artículo con reticencia… pero sí, es posible lleva a nuestros perros al veterinario sin tener que llevarles en brazos, enfrentarnos con ellos porque quieran marcharse a toda costa o tener que sufrir una situación que ni pueden controlar, ni de la que se pueden escapar, con lloros, temblores, rigidez o malestar en en cualquier caso.
Ya comenté en un artículo anterior general sobre el cachorro que el período neonatal abarca de los 0 a los 13 días, es decir, justo después de nacer y tan sólo unos poquitos días más.
Hoy en traigo un tema que me parece muy interesante. Con frecuencia vemos a perros adultos corriendo como cachorros, gritando como cachorros, jugando sin parar como cachorros… comportándose, en definitiva, como cachorros, aunque ya tengan más de 3 ó 4 años. ¿Por qué? Y es la respuesta a esta pregunta la que me parece emocionante 😉
Miriam SainzNeotenia: ¿por qué mi perro se comporta como un cachorro?