La salud mental para nuestros perros es algo que tenemos que tener muy en cuenta en su día a día, y es tan importante como la física. No solo por la cantidad de conductas no deseadas que vamos a evitar, independientemente de su edad, sino porque mantener a un animal sano mentalmente es uno de los pilares para conseguir su bienestar.
En este artículo, exploraremos cómo podemos mejorar la calidad de vida de nuestros perros a través de la estimulación mental, especialmente durante sus paseos diarios. Acompáñame en este viaje para descubrir formas innovadoras y gratificantes de enriquecer las experiencias al aire libre con tu perra. y si te gusta, no olvides descargarte la guía de Estimulación mental canina en el paseo 😉
Antes de continuar leyendo esto, quiero que sepas que está pensado para perros sanos que no tienen dificultades de ningún tipo a la hora de enfrentarse a salir a dar un paseo. En caso de que tu perro tenga alguna dificultad en la calle, consúltanos o consulta con alguna persona profesional (¡respetuosa con los animales!) se pueda solventar primero este problema.
Diferentes lugares
Tan aburrido como parece, salir por el mismo lugar una y otra vez durante la gran mayoría de días de tu vida para dar un paseo, supone perder una gran oportunidad para estimular a tu compi. Simplemente imagínate saliendo al mismo bar y viendo a las mismas personas contándote posiblemente las mismas cosas una y otra vez. ¿Interesante? Exacto… Para tu perro tampoco lo es.
Alguien podría decirme que los perros necesitan rutinas para anticipar lo que va a ocurrir y sentirse así más seguros. Y en parte esto es cierto, pero de nuevo, si no hay ningún problema que indique que hacer el mismo recorrido una y otra vez es lo adecuado (y esto debería ocurrir en un pequeño periodo de tiempo hasta conseguir que el animal se recupere de la dificultad que tiene), a los perros también hay que enseñarles que el mundo no conocido puede ser maravilloso a pesar de no poder predecir qué olores va a poder olfatear o hacia qué camino debe continuar.
Sonidos diferentes, coches que andan más o menos rápido, extensiones amplias o cerradas, lugares para correr o para andar (y trabajar) con un paseo sin tirones. Cada lugar tiene una parte maravillosa para disfrutar y otra magnífica para poder trabajar.
Diferentes compañías
Ni debemos dejar alegremente que nuestra perra se junte con cualquier perrete que vea en un parque o por la calle, ni debemos evitarles el placer de hacer nuevas amistades o conocer diferentes canes de su comunidad.
La socialización no consiste únicamente en salir a pasear cada día con los mismos perros de siempre. La socialización, tan importante en estos animales y en nuestra convivencia diaria como humanidad, consiste también en aprender a comportarse delante de perros y perras a los que no conoce, y de los que debe interpretar y mostrar señales que les indiquen sus intenciones, a poder ser respetuosas.
Una vez más, no se trata de que un perro tenga que ser amigo de todos los perros con los que se encuentra, pero si debe saber interactuar en cualquier situación con cualquiera de ellos.
Si restamos posibilidades a nuevas interacciones, estamos además limitando la posibilidad de ampliar su círculo social.
Diferentes temperaturas
Es una estupenda idea ampliar la estimulación mental de nuestra perra dejándole experimentar con diferentes temperaturas. Obviamente vamos a tener cuidado con los golpes de calor y las hipotermias, y para ello deberemos controlar muy bien no solamente las temperaturas exteriores sino la sensación de frío o calor que puede tener el perro con el que convivimos. En cualquier caso, con un poco de sentido común… debería bastar 😉
Sacar a la perra cuando está lloviendo es una estupenda posibilidad de que se limpie de manera natural; echar una carrera en un día de invierno puede ser fantástico para entrar en calor y dejarle investigar la nieve, el hielo, o simplemente la sensación del aire fresco golpeando su cara en plena carrera.
La diferencia de temperaturas hará que los olores emanen de formas distintas, y que su activación cambie considerablemente. No es lo mismo tener que pasear el solecito para sentirse más a gusto que buscarse la vida para encontrar sombrar en las que poder descansar.
Diferentes superficies
A muchos perretes les cuesta caminar en superficies distintas a lo habitual. Suelen tender a evitarlas, y en ocasiones tienen grandes problemas para pasar por rejas, puentes de tablas, charcos o cualquier otro lugar al que no estén acostumbrados.
Dejarles correr por el campo es fantástico para esto, pues la diferencia de tierra, asfalto, hierbas altas o césped, entre otras muchas cosas, ya les da una flexibilidad muy saludable en este sentido. Incluso trabajar con ellas las rejillas y elementos más habituales del paseo, esforzándonos en que lo pisen en vez de dejando que lo salten (¡con respeto, amabilidad y mucho entrenamiento!), mejorará también la estimulación y su tolerancia a novedades.
Si eres una persona encantada de pasar un rato agradable con sus perras como yo, tienes gran cantidad de elementos para trabajar la propiocepción. Las tiendas de deporte está llenas de objetos increíbles, y en nuestra escuela tenemos muchas opciones también 😉
Diferentes olores
Ya he hablado antes de los olores referidos a las temperaturas, pero además las ciudades nos brindan una inagotable fuente de olores diversos. No todos tienen que gustarte a ti… la idea es que pueda disfrutarlos tu perro. Desde alcantarillas a ventanas de cocinas a la hora de comer, pasando por excrementos de palomas o el rastro de una compra mal envasada. No voy a entrar en temas más escatológicos, que sin embargo (y previendo el riesgo de ingesta) también son muy estimulantes para nuestras perras y perros.
Permite que tu perro huela orines o lo que necesite oler. Hay mucho más escondido en este comportamiento de lo que puedes pensar en un primer momento. Pero no sólo… permite que olfatee con gusto lo que le interese, pues estarás estimulando su cerebro y fomentando su atención y su instinto canino al máximo.
Diferentes ejercicios
Ya he hablado anteriormente de la diversidad de paseos que podemos hacer con nuestras perras. Uno de ellos, es precisamente ir entrenando distintas habilidades. Esto sería una estimulación en sí misma, pero el cambio dentro de las actividades que realicemos en este tipo de paseo, aumentará aún más su enriquecimiento.
Saltar obstáculos, hacer que permanezca quieto delante de un paso de cebra, estar tumbada en un banco observando a otros perros a distancia, caminar a tu lado durante unos metros atendiendo a cambios de direcciones o distintas velocidades… Hay una gran variedad de posiblidades.
En resumen…
Como hemos visto, el enriquecimiento ambiental durante los paseos no sólo es posible, sino esencial para el bienestar mental de nuestros perros. Al variar los lugares, compañías, temperaturas, superficies y olores, y al introducir diferentes ejercicios, estamos mejorando significativamente la calidad de vida de nuestras compis caninas. Al final del día, cada paseo es una oportunidad de oro para fortalecer nuestro vínculo con ellas y para asegurarnos de que tanto su cuerpo como su mente se mantengan sanos y felices.
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