Este precioso Golden Retriever es Mason, compañero durante las intervenciones asistidas con animales durante este año, donde pude probar sus aptitudes para convertirse en un auténtico perro para intervenciones (terapias, educación y actividades asistidas con perros).
Además de visiblemente adorable, Mason y yo hemos establecido un vínculo muy especial que hace realmente sencillo trabajar con él. Meses atrás hemos estado probando diferentes entornos, ambientes, personas y situaciones para evaluar el trabajo que necesitaba, pues durante sus primeros 4 años no tuvo la oportunidad de conocer mucho más que una terraza de donde le sacaban poquito rato para hacer sus necesidades. Afortunadamente una familia, Toño y María, le esperaba antes de que su destino fuera una fría perrera, y con gran fortuna se cruzaron en mi camino.
De no ser por el inmenso cariño que le proporcionaron y de su constancia en cada cosa que les pido para poder hacer mi trabajo más sencillo, la dirección de Mason podía haber sido bien diferente. Y sin embargo aquí estamos, preparados para sumergirnos en programas diseñados para guíar a las personas que lo necesiten hacia, también, una realidad diferente.
Orgullosa estoy de los avances conseguidos con este perrete lleno de ternura. Aún queda trabajo por hacer, pero ya estamos listos para cambiar el rumbo de las cosas que necesitan del apoyo de un perro como Mason para poder tener un impulso extra.
Gracias Toño, María, y gracias a esta bola de pelo por ser simplemente como es.
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