¿Entrenamos? Tirar a la ruleta

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Para una actividad de Intervenciones Asistidas con Animales, nos viene fenomenal que los perretes tiren la ruleta 🙂

Y como a mis chicas les encanta entrenar y a mí también, hemos echado unas sesiones de entrenamiento y éste ha sido el resultado:

¿Cómo lo he entrenado?

Objetivo

Que la perra haga girar la ruleta de manera limpia.

Criterios de trabajo

  1. Presentación de la ruleta y refuerzo de cualquier comportamiento relacionado con ella.
  2. Refuerzo de acercamientos con el hocico a los salientes que había preparado más largos en la ruleta (mi primera idea fue que lo hicieran con el hocico… aunque pronto me di cuenta que no era la mejor opción).
  3. Refuerzo de acercamientos con la pata, en cualquier posición.
  4. Refuerzo de acercamientos con la pata, haciendo girar la ruleta, de lado (quedaba más limpio y le daban con mayor acierto, además de que visualmente es más bonito).
  5. Una vez realizan el ejercicio impulsivamente y la ruleta gana valor, introduzco señal de «ruleta» y comenzamos con el autocontrol (reforzando solo cuando hacen el comportamiento tras la señal).

Les he dejado la posibilidad de hacer el ejercicio con la pata que más cómodas se sintieran, y no tenía intención de limitarlo sólo a una, por lo que el refuerzo ha sido indistinto cuando lo hacían con una o con otra.

Tampoco tenía muy claro cómo era más sencillo para ellas, si hacia delante o hacia atrás, así que con tal de que hicieran girar la ruleta de lado, he ido reforzando ambas posibilidades, de tal forma que según su posición, ellas pueden elegir la manera de hacerla dar vueltas.

A penas la uso la voz como refuerzo porque, principalmente a Neska, hace que su excitación vaya por las nubes, y en entrenamientos de comportamientos nuevos, el sonido del clicker es más preciso y tiene mejor timing 😉 Como físicamente es imposible separar los ambientes en los que estaban las tres, entrenaran en ese momento o no, y además la concentración nos hace a todas centrarnos mucho en el trabajo, ninguna de ellas lo aqueja.

Sesiones

  1. La primera sesión fue de presentación, para observar qué hacían y cómo gestionaban el movimiento, aprovechando a reforzar diferentes interacciones. Esto me permitió ver cuáles se iban repitiendo más y qué necesidades podían tener para que la actividad fuera más sencilla.
  2. Al día siguiente, y aprovechando una de las clases de la escuela, cada una de mis chicas tuvo la oportunidad de acercarse un par de veces, un par de minutos a la ruleta, ya con criterios claros de reforzamiento.
  3. Tras la clase, una horita más sirvió para perfilar el comportamiento de las tres con la ruleta, reduciendo las vocalizaciones de Neska (que utiliza cuando no tiene claro el ejercicio), las inseguridades de Noa con el movimiento y sus ganas de comerse la ruleta, y la impulsividad de Sasha que además, había tenido en un principio demasiado refuerzo de hocico, cambiando más tarde que con las otras dos el criterio de reforzar la pata.

¡Feliz entrenamiento!

Sobre la autora


Miriam Sainz

Técnica y Experta en Intervenciones Asistidas con Animales, Educadora Canina especialista en conducta y entrenadora multiespecie. Integradora Social. CEO de Sentido Animal.

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