Parece que en las protectoras no hay lugar para un trabajo concienzudo, y algunas personas tienen la sensación de que coger a un perro de «estos lugares» va a ser un problema porque los perros están alimentados, en ocasiones aseados y poco más… Pero la realidad es otra en algunas de ellas.
Hay personas muy involucradas y concienciadas con la necesidad de que los perros tengan momentos de juego, pero también de relajación, de estimulación cognitiva, de socialización…
Hoy os hablo de Zar, un perro que aún sigue en la protectora de CICAM Majadahonda y que es un perro muy especial.