Hoy me siento orgullosa.
Y según lo he ido a plasmar en ese cuadernillo lleno de notas al que con poco criterio llamo diario he pensado: «¿por qué no compartir este sentimiento con el resto de la gente?» incluso más ahora, que hay tanta desgana, tanta incertidumbre y con frecuencia tanto pesimismo.
Y es que socialmente se asocia los buenos pensamientos, sensaciones, o percepciones que tiene una persona de sí misma con vanidad o egocentrismo.
Así que, queriendo luchar contra esa visión tan espeluznante de quererse a una misma, aquí estoy, dispuesta a contaros lo orgullosa que me siento.