Si eres una de esas personas que ha querido comprar un transportín o una caseta a su perro y te has encontrado con que la reación de tu mejor amigo no es precisamente la que buscabas, no te preocupes, este artículo va a intentar ayudarte a crear el ambiente necesario para que tu perrete lo utilice y se sienta cómodo dentro.
adiestramiento canino
¿Con qué podemos educar a un perro?
A veces la teoría es relativamente sencilla, pero la pregunta es: ¿cómo consigo los resultados?
Que la fuerza y la coacción funcionan en muchos casos, no cabe duda. Funcionan sobre las necesidades o deseos de la persona de que el perro haga o deje de hacer, aunque no se tenga en cuenta al perro para nada, ni sus emociones ni sus sentimientos. Y por no extenderme en esto, digamos simplemente que «funciona». Sin embargo, dejando de lado la parte más primitiva del ser humano y centrándonos en el respeto hacia ellos, encontramos también cantidad de recursos para poder trabajar con los peludos.
Las claves del éxito (III): Constancia
En artículos anteriores hablaba de la importancia de dedicar tiempo a tu perro y de de ejercitar la paciencia en el entrenamiento y finalmente, en el artículo de hoy, quiero referirme a la constancia en el trabajo que realizamos.
El refuerzo positivo
Conocemos como refuerzo al procedimiento que aumenta de posibilidades de que una conducta se repita, bajo la aplicación de un estímulo.
Podemos encontrarnos con dos tipos de refuerzos, el positivo y el negativo. Nada tienen que ver con algo bueno o algo malo, como cabría pensar por sus nombres, sino que hablamos en cualquier caso de procedimientos diferentes para aumentar, como ya he comentado antes, que la conducta que queremos en nuestros perros, se repita.
Niños, los pequeños entrenadores caninos
Los que tienen perros y niños conviviendo en la misma casa tendrán una buena idea de las bondades que genera a un niño (y a un adulto) vivir con mascotas. Pero además, si incluimos a los niños en el adiestramiento de nuestros perros, podremos formar una sociedad mucho más respetuosa y sensible con los animales y con sus necesidades, y eso es algo muy grande.
Yo condeno el maltrato animal
Condeno el maltrato animal porque su sufrimiento me perturba, me entristece y me llena de ira y rabia. Lo condeno porque no comprendo el placer que conlleva hacer daño sin sentido, ni veo en tal maldad resquicio alguno de cultura, arte o satisfacción.
Condeno el maltrato animal porque no me considero en un estatus superior a ninguna especie, simplemente diferente, y porque al interactuar con ellas lo hago desde el respeto y la admiración, dejándome llevar por el aprendizaje que puedan regalarme.
La motivación, el motor fundamental para trabajar con un perro
No son pocas las veces que los entrenadores nos encontramos con un perro con características muy especiales que sin embargo no responde a las señales de sus guías o cuidadores. Y por mucho que se empeñen, sin la motivación adecuada ese perro tan apto para el entrenamiento, no se moverá, y si lo hace, pronto perderá el interés por el trabajo y seguirá su camino lejos de los ejercicios que se le pide realizar.
Las claves del éxito (II): Paciencia
Cuando ya hemos conseguido sacar el tiempo suficiente para nuestro perro, es hora de ponerse una capa de paciencia que nos permita darle al perro su espacio y su tiempo para poder trabajar con él. Y esto es importante porque sin la paciencia necesaria no podremos fomentar que el perro investigue, pruebe y finalmente aprenda.
Adiestramiento práctico: cómo coger piñas
Neska y yo hemos salido a dar un paseo, como tantas veces, y en esta ocasión, en vez de jugar con las piñas, algo que aumenta muchísimo sus niveles de excitación, he comenzado a redirigir la asociación que hace con las piñas y el juego con algo que para mí es mucho más práctico: coger leña.
Responde son facilidad a las peticiones de «coge» y «suelta«, por lo que eso lo tengo ya hecho. Simplemente hay que redirigir el juego hacia la tarea de meter la piña en la bolsa. No es sencillo, pues aunque Neska regresa relativamente bien a su estado emocional que podemos considerar normales, las pelotas y las piñas la suben la excitación hasta niveles muy altos y tarda bastante rato en recuperarse.
Cómo hacer que tu perro suba al coche
Si nunca hemos tenido problemas con esto, puede hacerse difícil imaginar el problema que supone cada vez que necesitamos meter al perro en el vehículo, problema que se hace más grande cuanto más grande es el tamaño del perro… Hay varios precedentes que pueden originar que el perro no quiera saltar dentro de los asientos cada vez que tenemos que irnos con él a algún sitio. En su mayoría:
- Ha tenido una mala experiencia cuando se ha metido al coche la primera vez o en algún momento anterior. Desde haberse golpeado con la puerta a que nosotros mismos le hayamos obligado físicamente a meterse cuando no estaba preparado.
- Quizá el problema ha sido una vez que el perro está dentro del coche: vaivenes, mareos, poca movilidad, algún frenazo o ruido inesperado, e incluso sus responsables gritándole desde la parte de delante que se mantenga quieto y en su sitio…
- El coche no le gusta, simplemente. Huele diferente, se siente intimidado por la red, el transportín o la correa, no tiene una manta o colchón donde sentirse cómodo, hay extraños que pasan muy cerca de las ventanillas o pasa mucho calor o mucho frío.