La señal de llamada de nuestro perro debería ser el estímulo más relevante al que nuestro peludo presta atención, en cualquier lugar, en cualquier momento. Y digo «debería» porque, lamentablemente, «mi perro no hace ni caso cuando le llamo» es una frase escuchada una, y otra, y otra vez en cada clase, en cada visita a domicilios, tras la gran mayoría de problemas con los que nos enfrentamos los que convivimos en perros.
Trabajamos desde los primeros días de tener al perro en casa lo que creemos que es una llamada obligatoria para el perro, y al poco tiempo nos damos cuenta de que para el can, de obligatorio tiene muy poco… ¿por qué ocurre esto? ¿qué es lo que estamos haciendo mal para que nuestro perro no atienda a la primera a una llamada?