Es raro el caso, aunque he de decir que me lo voy encontrando con más frecuencia, en el que te llaman para hacer una modificación de conducta de un perro que lo está pasando mal. Normalmente se expone el problema que supone para la familia o para la persona que llama, y no se profundiza en el posible trastorno o dificultad que se está encontrando el animal.
Esto, que está dentro de la lógica, habitualmente se plantean situaciones que sólo se han observado desde un prisma, y que incluso se ha construido toda una historia alrededor en la que justificarse y con la que alimentarse, sin pararse a pensar un momento sobre qué tiene que decir la otra parte… en este caso el perro.