Tengo una sensación bastante agridulce con algunos casos que me encuentro y que vienen a Sentido Animal para que les ayude con sus perros/as.
Y es que dentro de la filosofía de proveer del mayor bienestar animal, como ocurre no solamente en la educación canina sino en muchos aspectos de la vida, malinterpretamos sistemáticamente qué significa generar ese clima que favorezca el bienestar y lo confundimos con prácticas o razonamientos que hacen un flaco favor al animal en cuestión.