Ahora te miro y me parece mentira… Esta mañana, por ejemplo, te acercabas curiosa y relajada a personas que no habías conocido antes, moviendo tu rabito, confiada, dando delicados pasos hacia delante.
Y sé que contigo la vida es una montaña rusa, pero también sé que con cada logro el dulce sabor que permanece en mis labios es el mejor regalo que podrías hacerme.