Neska y yo hemos salido a dar un paseo, como tantas veces, y en esta ocasión, en vez de jugar con las piñas, algo que aumenta muchísimo sus niveles de excitación, he comenzado a redirigir la asociación que hace con las piñas y el juego con algo que para mí es mucho más práctico: coger leña.
Responde son facilidad a las peticiones de «coge» y «suelta«, por lo que eso lo tengo ya hecho. Simplemente hay que redirigir el juego hacia la tarea de meter la piña en la bolsa. No es sencillo, pues aunque Neska regresa relativamente bien a su estado emocional que podemos considerar normales, las pelotas y las piñas la suben la excitación hasta niveles muy altos y tarda bastante rato en recuperarse.
En el vídeo se puede ver cómo voy probando diferentes recompensas con ella: comida, continuación de la tarea, juego corporal, juego con la propia piña o volver a una posición de inicio. Para ella en esta etapa lo que mejor la funciona es parar la tarea terminando el ejercicio en una posición de inicio. De lo contrario, continúa aumentando esa excitación en vez de mantenerse o rebajarse, y el premio con comida la distrae también de la emoción que la genera la piña.
El juego con la propia piña la hace ser rápida y es un refuerzo extremadamente alto, pero su porcentaje de acierto a la primera para meter la piña en la bolsa se reduce en un 50-60% y ese ejercicio físico fomenta de nuevo que la excitación no la permita concentrarse.
Un buen día de entrenamiento, y una buena base para continuar el trabajo potenciando la concentración. Neska en este ejercicio no me permite alargarlo mucho tiempo, por lo que ella marca perfectamente el ritmo de trabajo.
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