Hoy pongo especial atención al momento en el que el perro se queda solo en casa, y algo que tenemos que tener en cuenta son los rituales y rutinas que hacemos, conscientes o no, a la hora de salir de casa.
Aprendiendo cada señal
Algo que suele causar mucho asombro, es la capacidad que tienen los perros de predecir cuándo es el momento en el que se te vas a marchar… Y lo cierto es que no debería causar tanta sorpresa, pues uno de sus pasatiempos favoritos consiste en observar cada uno de nuestros movimientos.
A veces da la sensación de que saben, antes incluso que nosotros, si vendrán a acompañarnos o si nuestra ausencia será larga.
Su capacidad de observación es tan alta, y disponen de tanto tiempo para hacerlo, que hasta el gesto más sutil e imperceptible para nosotros, puede ser la clave para predecir una situación que aún no ha tenido lugar.
Ponerte los zapatos, coger las llaves, hacer movimientos más rápidos de lo normal, coger el abrigo en lugar del forro polar, y un larguísimo etcétera, serán señales que le indiquen al perro que te marchas e incluso la duración aproximada del tiempo que transcurrirá sin ti.
Nos encanta asesorar a nuestros clientes en no pocas circunstancias que mantengan unos patrones claros para ayudar al perro a sentirse seguro, prediciendo una situación que les puede resultar incontrolable.
Sin embargo, en otras ocasiones lo que buscamos precisamente es romper esos patrones para ayudar al perrete a no anticipar una situación que le genera ansiedad.
Vamos a ver con un poco más de detalle ambas posibilidades.
Desmontando patrones
Cuando un perro anticipa que va a quedarse solo y eso le genera un problema, deberemos hacer el trabajo contrario, es decir, desensibilizarle de todas aquellas señales que le lleven a confirmar tu partida.
No sólo cada señal, sino cada marcha, tendrá que ser variable, tanto en tiempo como en intensidad.
Cambiar las llaves de sitio y continuar con nuestras tareas en casa, vestirnos para salir a la calle y volver a ponernos ropa cómoda, abrir y cerrar la puerta a continuación… son sólo algunos de los ejemplos para comenzar a cambiar la cadena de acontecimientos que inevitablemente desembocarán en que el perro se quede solo en casa.
Esto le ayudará a sentirse más tranquilo y a no prolongar el tiempo de angustia al saber el desenlace. Por supuesto, con nuestros clientes trabajamos de manera concienzuda los periodos de tiempo en los que se queda solo, pues en la mayoría de los casos una ayuda profesional nos parece imprescindible, pero partir de este trabajo mejora notablemente la actitud con la que el perro se enfrentará al hecho de verse sólo en casa.
Confirmando patrones
Y sin embargo, no todos los perros pueden asimilar con la misma facilidad no tener ni idea de cual va a ser nuestro siguiente paso.
Algunos perros necesitan tener la tranquilidad de que, como cada día, ciertas señales indican que será un periodo largo en tu ausencia, pero que regresarás como cada tarde a continuar con las rutinas cotidianas.
Esa seguridad en el futuro les hace estar confiados. No necesitan a penas ni salir a despedirte, pues tienen claro que es su momento de relajarse y continuar durmiendo, tal vez con algo de movimiento por la casa.
Gracias a esa predicción de lo que ocurrirá, su estado de alerta baja, lo cual mantiene al perro calmado y sin ansiedad.
Recuerda que no hay dos individuos iguales, por lo que en cada caso habrá que hacer un trabajo previo de evaluación de la situación. Confundir dos necesidades contrapuestas y trabajar en base a la errónea, creará más problemas y perjudicará fuertemente la calidad de vida del perro.
¿Cómo crees que puedes identificar si a tu perro le ayudará más tener claro lo que va a ocurrir o tomar como habitual tus entradas y salidas imprevistas?
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