Perros glotones por todas partes, gorditos, obesos, desesperados por comer, a cualquier hora o lugar… ¡cualquier cosa! Y es que nuestros perros, en su mayoría, son de buen comer y encuentran cualquier oportunidad para lanzarse sin rubor o pensar en su estrategia cuando nadie los mira para poder atiborrarse sin remordimiento… También hay perretes que no tienen gran apetito, no al menos de lo que nosotros queremos que coman… pero eso para las personas que tienen un compi peludo que no puede pensar en otra cosa más que en comer, les parece ciencia ficción.
Voy a comentar algunas de las cosa que frecuentemente aconsejo a las personas que tienen estos problemas con sus perros, pues son muy sencillas y muy fáciles de llevar a cabo, y sin embargo los resultados son rápidos y duraderos.
Lo que SI puedes hacer
- Lo primero es revisar la rutina de comida del peludo. ¿Cuántas veces al día tiene la posibilidad de comer? Si es únicamente una vez, es muy normal que el momento de la comida cobre muchísima importancia en su día a día. Además, estará hambriento. Cuanta más hambre tenga más necesidad de saciarse lo antes posible. Seguramente lleve varias horas con la molestia en el estómago que le recuerda que la comida aún no está disponible para él… a pesar de que probablemente vea a otras personas comer.
Dos veces al día pueden ser también muchas horas sin llevarse nada al estómago para un perro con ansiedad por comer. Si tienes la posibilidad, distribuye su ración diaria en 4 ó 5 tomas al día. - Establece una rutina con los horarios de las comidas. Comer siempre a las mismas horas le permitirá predecir y asimilar mejor los momentos de espera. No dejes que sea el perro el que te avise de que su momento de comer ha llegado, ¡anticípate! Si normalmente come a las 20:30 h., justo después del paseo largo de la tarde, y un día regresas a casa media hora antes, no esperes 30 minutos para ponerle su plato de comida, ¡pónselo según llegáis! y que no se impaciente pensando si esta vez te habrás olvidado de él… Recuerda que los perros no llevan reloj pero sí saben que habitualmente estará su comida cuando lleguen del paseo.
- Prueba a esparcir la comida por el suelo. Si no te gusta la idea, puedes hacerlo encima de un hule o incluso en el colchón del perro. Estoy pensando por supuesto en comida seca como el pienso o el hígado seco, pues con comida húmeda la tarea de limpieza, multiplicada por 4 ó 5 veces al día, sería árdua. Esparciendo la comida obligamos al perro a que pase más tiempo comiendo y no tenga la opción de meter el hocico entero en el cuenco de comida llevándose una gran cantidad de alimento, que debido a su ansiedad tragará sin masticar. Quizá al principio el perro esté desorientado con nuestra forma de darle la comida y quiera darse toda la prisa del mundo, pero pronto aprenderá que la comida no debe terminarse en 30 segundos, comenzará a masticar y comerá de forma más pausada, y mucho más sana, por cierto. Las alfombras de olfato, como el vídeo de arriba, son también una fantástica opción.
- A medio camino entre darle la comida en su cuenco habitual y esparcírselo por la habitación tenemos la opción de usar los platos especiales para este tipo de problemas (comederos anti-voracidad), que constan de varios salientes en el interior del plato para que el perro tenga que andar rebuscando la comida alrededor y no pueda atrapar grandes cantidades de pienso de un solo bocado. Tiene la misma funcionalidad: aumentar el tiempo de ingestión, con lo que mejoramos la digestión obligando a masticar al perro, lo que además cuida sus dientes. Pueden hacerse caseros también, metiendo por ejemplo un par de pelotas dentro del plato, de conos o de cualquier juguete u objeto que el perro deba mover para conseguir su apreciado tesoro.
- Otra buena opción es dar de comer al perro en nuestra mano. De esta forma estamos controlando también la cantidad de ingesta por bocado, estamos creando vínculo con nuestro peludo y además podemos aprovechar para trabajar algunos ejercicios básicos con los que poder premiar a nuestro compañero canino cada vez que lo haga bien. Es importante que en este punto los ejercicios sean muy facilitos y ya los tengamos avanzados, pues no queremos provocarle frustración que pueda asociar precisamente con la comida o la hora de comer. Cuanto más sencillo sea y mejor lo haga, más posibilidades tendremos de reforzarle y de que nuestro perro disfrute con su hora del almuerzo.
Lo que NO debes hacer
- Olvídate de quitarle el plato de comida a tu antojo mientras el perro está comiendo. Si ves que come muy rápido, ¡lee los puntos de arriba! pero en ningún caso le quites la comida una vez que se la has dado. Si haces esto, el perro tendrá la necesidad de comer lo más rápido posible porque no sabe en qué momento va a dejar de tener acceso a su alimento. Si quieres trabajar poder estar al lado de tu perro sin que te gruña y por eso lo haces, prueba a que coma de tu mano, y si lo que quieres es que trabaje algún ejercicio para poder comer, hazlo antes o durante, según decía arriba, pero nunca le des la opción de comer y se la quites una o varias veces porque lo único que harás será crearle inseguridad y reforzar su ansiedad.
- No le hagas pensar que su turno de comida peligra. Si tienes más perros u otros animales en casa, busca un lugar tranquilo solo para él, donde tenga la seguridad de que nadie va a ir a comerse lo que es suyo. Además de evitar posibles peleas, fomentarás que de nuevo se tome su tiempo para comer y no se avalance por el «ahora o nunca».
- No le castigues por comer… ¡ni siquiera por zamparse esa hamburguesa que con tantas ganas te habías preparado para ti! Es mucho más sensato y más amable que evites enfrentarle a una situación que no puedes controlar, al menos de momento (¡ya habrá tiempo para trabajarlo!). Si no quieres que coma tu comida, no le des acceso a ella. Así de simple, así de fácil 😉
¿Has probado alguna o todas estas cosas y aún así no te funciona? ¡Cuéntamelo y vemos la forma de hacerlo!
68 comments
Join the conversationMagali - 6 de octubre de 2021
Hola, tengo un caniche cachorrito de 3 meses. No mastica su alimento, es algo asi como una aspiradora. Devora todo en menos de 1 minuto. Le doy la misma cantidad de alimento que a mi perrita de 1 año(caniche también).. él termina de comer y le roba la comida a la perrita, la intimidad y si no puede robarle porque estamos cuidando que no lo haga orina cerca y se va. Si me descuido esta metido dentro del cesto de basura comiendo… Y cualquier cosa que cae al piso lo aspira ( come), migas de pan, aceite, polvillo de madera. Hasta una vez logro subirse a la mesa y lamió un monton de salsa picante habanera.
Aparte de todo eso hace sus necesidades por toda la casa… Y eso que ellos tienen un espacio para realizar sus necesidades. Que puedo hacer?
Desde ya muchas gracias
Miriam Sainz - 14 de noviembre de 2021
Gracias por tu mensaje, Magali.
Tiene pinta de que tu cachorrito tiene ansiedad, pero no solo por la comida. Tendríais que enseñarle rutinas y poner unos límites claros (que no significa que tenga que ser violento u hostil).
¿Has probado a hacer ejercicios de adiestramiento básicos con él? Creo que le vendrán fenomenal.
Por otro lado, ¿has probado algunas de las cosas que menciono en el artículo para la hora de comer? ¿Algún cambio?
Un saludo.
Irina - 5 de agosto de 2021
Hola, tenemos una husky de 9 meses, cuántas tomas sería recomendable darle? Es muuuuy ansiosa. Son dos perras en casa contando a ella, la otra es una podenca joven q no es nada ansiosa aunque le guste la comida, también es más mayor, tiene año y pico.
Ambas comen Barf, solo que la husky, además come parte de su ración en una lickimat para que le dure más de un segundo. El caso es que parece que esto va a mas, que cada vez se pone más ansiosa, y más descontrolada, además es una perra muy fuerte y no siempre podemos con ella, a veces se sube incluso a la encimera mientras preparamos las raciones y nos roba. Siempre intenta robar pero ahora lo que hacemos es intentar limitar su acceso a comida.
Qué podemos hacer? Tenemos una niña en camino y no querriamos luego que le intente quitar la comida a ella tambien, porque es que se sube a todo y está desatada… SOS
Miriam Sainz - 19 de agosto de 2021
Hola Irina, gracias por tu mensaje.
Yo le daría – tomas de comida. No dejes que sienta esa ansiedad (y por supuesto, no subas la ración diaria, simplemente, da más tomas para la misma cantidad total).
A veces limitar mucho el acceso a la comida, genera precisamente esa ansiedad.
Es muy importante que no robe la comida de la encimera, porque está aprendiendo que puede hacerlo, y lo continuará haciendo.
Los huesos grandes, astas de ciervo, rodillas de vaca (si no se las traga) serán una buena alternativa para que pase el tiempo. También os diría que entrenárais con ella, que se gane la comida, pero que tenga acceso a ella muy frecuentemente.
Por supuesto debéis aseguraros de que la cantidad que come es la adecuada, pero quizá podáis introducir algo en la alimentación que no le guste tanto, como por ejemplo zanahoria, pepino… eso va en cada perra. No me refiero a que sólo le deis eso, sino a que pueda reducir un poco su ansiedad. Si se queda con hambre o aumenta su ansiedad, entonces no sigáis haciéndolo.
Y por último te diría que los horarios son muy importantes. Estableced rutinas de cuándo sí y cuándo no le toca comer.
Contadme cómo os va y si mejora la situación.