Llegan las Navidades y con ellas las prisas, los preparativos, los agobios… pero nuestros perretes siguen necesitando su tiempo y su espacio.
Sin embargo como bien he comentado muchas veces, nosotros somos un ejemplo emocional para ellos, y son expertos en absorber nuestra impaciencia, nuestro nerviosismo, nuestra inquietud…
Así que estas fiestas, el mejor regalo que le puedes hacer a tu peludo/a, es precisamente estar pendiente de él/ella:
1. Mantén las rutinas
Recuerda que los paseos son necesarios y una vía para que tu peludo desarrolle su físico, su cerebro, interactúe con el entorno y con otros animales, y por supuesto para fortalecer el vínculo contigo.
Vigila su alimentación… estos días son proclives a cometer excesos, pero recuerda que tu perro tiene una alimentación determinada, y darle comida que no debe, como dulces a deshoras, o como refuerzo a un comportamiento que no queremos (por ejemplo, que pida en la mesa a los invitados), será perjudicial para él/ella y en cualquier caso, un quebradero de cabeza para cuando estos días queden atrás.
2. Ayúdale con las visitas
El ir y venir de conocidos o personas nuevas a casa, supondrá un estrés añadido para tu perro, que puede disfrutar mucho con ello (o no) pero que hará que tenga un estado de actividad mucho más elevado de lo normal, y además se irá acumulando con el paso de los días.
Enseñarle a saludar relajadamente, a estar tranquilo tras el saludo inicial o a poder disfrutar de un delicado masaje en vez de ir continuamente en busca de juego, es una gran idea para lidiar con el exceso de estímulos para tu perro.
3. Ponle a salvo de los petardos
Aunque no es el momento de trabajarlo y probablemente cuando hayan pasado volverán a caer en el olvido, preparar una zona confortable y lejos del sonido estrepitoso, le hará pasar mejor el trago. Si no puedes optar por marcharte a una zona más tranquila y libre de petardos (que las hay), te aconsejo que muestres todo el apoyo a tu perro y le proporciones toda la seguridad que puedas darle.
4. Regalaros algo de tiempo
Sería estupendo que un ratito al día pudieras parar, tumbarte junto a tu peludo y y dedicaros unas caricias. Hacer mimitos a los perros nos genera el mismo bienestar que les aporta a ellos, y además te servirá para confirmarle que sigues estando ahí, y para descansar de la locura de los días de fiesta el mejor regalo A veces la tranquilidad es que puedes hacer a los peludos en estas fechas.
5. Recuerda preparar el terreno para volver a trabajar
Si eres de las personas afortunadas que han cogido vacaciones, recuerda que a lo bueno nos acostumbramos todos los animales muy rápido, y tendrás que recordarle, antes de comenzar a trabajar, que la rutina anterior de quedarse solo en casa o incluso del silencio y la tranquilidad, va a volver a instalarse en casa.
A veces es tan «sencillo» como prestar un poco de atención, y darle el apoyo que necesita frente a la soreetimulación, la sobreexcitación, la falta de atención o la falta de tiempo.
Debemos ser conscientes de que un perro es una responsabilidad 24 horas al día, 365 día al año. No sería justo molestarse con sus comportamientos cuando el perro lleva avisándote de ellos durante días, pero hemos estado tan ocupados en otra cosa que sólo nos percatamos de ello cuando tenemos un problema en casa, ¿no crees?
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