Jugar, reír, saltar… a mí me parecen suficientes motivos, pero como siempre decimos, ellos nos dan mucho más de lo que reciben. Y es que jugar con tu peludo te reporta grandes beneficios físicos y emocionales y tampoco es necesario estar horas jugando; con dedicarle 20 minutos al día, notaras la diferencia.
1. Deporte
Jugar con tu perro, supone ejercitarse. Debes salir a pasear y además al jugar con él, sacará toda la energía, y será un peludo más equilibrado, lo que te ahorrará disgustos de problemas de comportamiento en casa. El jugar con tu perro te mantendrá activo y te moverás, lo que ayudara a que tu corazón y cuerpo se mantenga más sano.
2. Salud mental para ambos
El juego estimula la mente de tu peludo, sacará energía y será un perro mucho más equilibrado, ya que el juego también estimula su cerebro.
Lo que está claro es que un perro equilibrado tendrá menos problemas de comportamiento y será más feliz y sin duda, su felicidad será la tuya.
Además, el juego te distraerá de tus problemas cotidianos y sin duda te divertirás.
3. Socialización
Harás amigos y tu perro también.
Está claro, que al salir con tu perro a jugar al parque conseguirás una mayor socialización; de entrada ya tienes temas de conversación en común con otras personas con compañeros caninos, y tu perro se juntará con otros perros también.
4. Mejora la relación con tu peludo
Jugando con tu peludo reforzarás el vínculo que hay entre ambos, favoreciendo la convivencia y el respeto mutuo. Tu perro también podrá saber nuevas cosas de ti y tú de él. Sabrás si está contento, cansado… Obsérvalo cuando juegue y podrás descubrir muchas cosas nuevas sobre él. Además podrás corregir malos hábitos que tenga, como por ejemplo ser muy ansioso; el juego les libera de mucha frustración y energía acumulada y mal dirigida.
El juego con nuestro perro tiene que ser divertido tanto para él como para nosotros, debemos de comunicarnos, también te digo que el lanzar la pelota una y otra vez, tampoco es que se interactúe mucho. El otro día en un parque al lado de mi casa, veía como un perro y su papi humano hacían algo que no se podía calificar como juego: el humano tiraba una pelota mientras veía la pantalla de su móvil, y así durante un largo rato… lo único que consigue así es que el perro se canse, pero existe poca vinculación entre ellos.
Nuestro consejo: juega con tu peludo, ríe con él, salta y disfruta de él, edúcalo y sé feliz.
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